Predicción

Nunca, sin saber bien por qué, dejarán de mirar hacia arriba. Lo harán cuando se suceda un eclipse, cuando padezcan sequía, cuando el azar se les muestre esquivo y también al recordar a sus seres queridos. Mirarán hacia arriba ante la falta de inspiración, durante el vuelo del pájaro, al estudiar a Newton. Señalarán el cielo, como Platón, y renegarán de la tierra a la que apunta Aristóteles y en la que se anclan sus pies. Generarán alas de cera, motores a reacción e incluso llegarán a la Luna. Y al final de sus días, sin dejar de mirar hacia arriba, les cruzarán las manos sobre el pecho y los cubrirán de barro.

Deja un comentario