Salvado por la campana
Esta misma tarde me escribía una amiga, una mujer impresionante de espíritu siempre adolescente, preocupada por mi prolongado silencio en este y otros foros. Estaba a punto de responderle, para tranquilizara de alguna manera, diciendo que únicamente me faltaban el tiempo y la energía necesarias para comunicarme por escrito, para traspasar las Continúa leyendo