Logroñeses
Como es habitual, en esta víspera de los Santos y Difuntos, leo y releo el monólogo que Gabriel Conroy pronuncia al ritmo de la nieve que cae del otro lado de la ventana, en Dublín, mientras su esposa duerme, casi desmayada (el cine ha hecho que la imagine como Anjelica Huston), Continúa leyendo