Hasta que la noche nos alcance

Hasta que la noche nos alcance juan jose nieto portada

Un hombre afrontando su último maratón, una familia unida por los New York Yankees, el lenguaje universal del fútbol y el sumo como escuela de vida. Un relato de golf en la frontera, lo que será del tenis en unos pocos años, los delirios de un obrero del ciclismo y el regreso a casa de un entrenador derrotado.

Ocho cuentos en los que el deporte irrumpe como eje para, a través de sus múltiples discursos, conducirnos por los senderos del éxito y la decepción, del amor y la soledad, de la vida y la muerte. Muchos personajes que bien pudieran ser uno solo avanzando por las distintas etapas de un deportista, de un ser humano: el surgimiento del entusiasmo, la profesionalización de la pasión y la nostálgica madurez del que comprueba, a través de los ojos de quienes lo rodean, que sus flores están ya marchitas; la dolorosa constatación de que, llegada la noche, el juego debe terminar.

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Entrevista en RTVE sobre la publicación de esta obra:

* El video de esta breve entrevista fue publicado originalmente en el timeline de Twitter del canal 24 Horas de TVE en https://twitter.com/24h_tve/status/988392028072566786

El video se grabó con motivo del reportaje «En busca del día de mi libro» de RTVE.es

Por último, unas fugaces pinceladas de alguno de los relatos que componen la colección.

Mike y yo pensábamos que la abuela Berta no moriría nunca. Nos bastaba con observar su destreza para moverse en el salón, entre juguetes tirados por el suelo, ropa sucia amontonada en las sillas y vetustos electrodomésticos, limpiando las ventanas que daban a la calle 168 al ritmo del merengue que pinchaban en la radio, para creerla inmortal.

(La calle 168)

«Escribiré para sobrevivir, me dije al sentir el tacto cortante del shenai golpeando mis glúteos y mi espalda. Humillado por el oyakata, descubrí interiormente que mi historia había dejado de ser la de un wakaishi más iniciándose en la práctica del sumo, un joven recién graduado en la escuela primaria dispuesto a soportar toda clase de vejaciones.

(En la jaula)

Esperando a Jia Li, vencedora de la segunda semifinal en el torneo de Wimbledon, me percato de que hace tiempo que en los pasillos del All England Lawn and Tennis Club no se forman embotellamientos para acceder a la sala de prensa. Y da pena ver la Colina Henman, verde como cualquier otra de la isla, acostumbrada, como estaba, a ser multicolor y ruidosa.

(Hasta la última letra)

Como todas las noches desde que cayera enfermo y fuera ingresado en el hospital, hemos dormido al abuelo contándole la misma historia: la de un joven ciclista que llega en bici a Palermo con náuseas provocadas por los nervios propios de quien va a hacer su debut en el Giro de Italia.

(El sueño del gregario)

De noche, piensa, la carretera debe de parecerse al cuadro que veremos al morir: un conjunto desordenado de reflejos luminosos que invitan a perderse en los bosques y praderas que los flanquean y que, sin embargo, nunca abandonamos

(Long way home)