Fábula del joven rico y guapo y el niño gordo
De Dylan, a modo de infructuoso anhelo, la seguridad con la que cada día pulsaba el botón de autodestrucción mientras atraía las miradas de todas las bellezas de Beverly Hills. De Sensación de Vivir, la conciencia de que nunca seremos tan ricos ni tan desgraciados como ellos. Tampoco tan guapos, desde Continúa leyendo